Gustavo Cárdenas Moreno: La historia del veterano de Malvinas que se convirtió en buzo

Para el experto en la materia de buceo y activista mexicano, Gustavo Cárdenas Moreno, sabe que las aventuras en los océanos no siempre representan la misma moneda; sino que cada uno tiene su historia que merecer ser contada.
Con información publicada en el portal de (elciudadanoweb.com), comparte la vida de Adalberto Ferlito, que sobrevivió a un naufragio durante la guerra luego que el barco en que viajaba para auxiliar al ARA General Belgrano fuera bombardeado.
En la actualidad trabaja como apoyo científico recolectando muestras en el Canal de Beagle y es parte de la Asociación de Ex Combatientes de Malvinas, en Argentina.
Cárdenas Moreno, nos explica en una breve explicación acerca de la guerra de las Malvinas,
“La guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido desatado en 1982, en el cual se disputó la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur”, comenta Cárdenas.
Adalberto Ferlito, explica que su vida ha dado muchos giros, pero nunca pensó que en algún momento trabajaría como científico.
“Nunca imaginé que terminaría trabajando en un ámbito científico como buzo. Yo era buzo de salvamento en la Marina y fue de casualidad, por medio de un compañero de trabajo, que me enteré de que, podía poner mi experiencia al servicio de la investigación”.
Los inicios como buzo y la experiencia en Malvinas empezaron cuando terminó la escuela secundaria, y Ferlito decidió comenzar la carrera militar en la Marina en Bahía Blanca donde vivía.
Apenas ingresó se especializó en el área de navegación y cubierta, hasta que conoció la tarea que cumplían quienes eran buzos de rescate.
Después ingresó a la Escuela de Buceo en Mar del Plata y dos años después obtuvo su título de buzo profesional.
“Como buzo yo hacía trabajos abajo de los barcos, trabajos de salvamento: era distinta a la tarea que cumplían los buzos tácticos, preparados para la guerra.
Con la guerra a la vista el 10 de abril de 1982 se embarcó camino hacia Malvinas en un barco de servicio preparado para remolcar o para hacer auxilio a otro barco: el ARA Alférez Sobral.
“Una guerra genera temor en todos los tripulantes”, asegura, “éramos treinta y cinco personas en la tripulación, entre el comandante, el personal de operaciones y los buzos, que íbamos con una misión asignada: cumplir funciones de nado de rescate en el barco”.
“Sentía miedo, pero a la vez íbamos con euforia por la recuperación, era contagioso con toda la tripulación, no nos imaginábamos cómo serían los acontecimientos a posteriori, difíciles de sobrellevar, porque los llevas con vos durante toda tu vida”.
Tras días de navegación, al llegar cerca de las Islas a bordo del ARA Alférez Sobral, los planes se torcerían.
“Cuando empezaron a bombardear Puerto Argentino nosotros ya no estábamos cerca. Todavía estaba todo bastante tranquilo.
Es así como las historias de los buzos siempre tienen un origen diferente, pero en el agua todos somos iguales, finaliza, Gustavo Cárdenas Moreno.