El buzo mexicano y activista Gustavo Cárdenas Moreno nos explicará las dudas que tienen algunos principiantes, como "¿Por qué los buzos se lanzan hacia atrás para caer al agua?".
Si bien, esta forma es la más utilizada y se le conoce como en el mundo del buceo como «entrada maroma atrás», y se usa generalmente cuando el buceador se encuentra en una lancha pequeña, donde la altura es mínima.
Gustavo Cárdenas menciona que, si los buzos se tiraran de frente al mar, la inercia de la botella de oxígeno podría golpearles en el cuello, la cabeza o la espalda.
Para realizar la técnica correcta, se debe hacer lo siguiente, el buzo se sitúa en la borde del bote con las caderas fuera, las piernas y rodillas dobladas juntas dentro del mismo y con una mano sobre la boquilla y la otra situada en un costado. El tronco y la cabeza se inclinan hacia la rodilla en el momento de lanzarse al agua, esto asegurará no golpear la botella de aire con el barco y ésta será la que abra el camino a la hora de entrar en el agua y protegerá su cuerpo.
Asimismo, existen otras técnicas como:
El salto: También conocida como “paso de gigante”, esta técnica suele emplearse cuando los submarinistas se lanzan desde barcos grandes. Consiste en dar un paso amplio desde la plataforma hacia el mar para evitar que la botella golpee al barco. Los pies deben estar juntos con las aletas sobresaliendo del borde. Como en la inmersión de espaldas, hay que sujetar también las gafas y el regulador.
Equiparse en el agua: Recomendable emplear esta técnica cuando la corriente es prácticamente nula. Una vez sujeto el equipo en el agua con algún mosquetón para que no se desplace del lugar, el buzo se coloca el cinturón de plomos, las aletas y la máscara y se lanza al agua, donde se pondrá el resto. La ventaja es que no notará los más de 20 kg que pesa la botella, pero no gozará del equilibrio para equiparse que del que sí dispone en una superficie fija.
Bajar por la escalera: por simple que parezca, bajar por las escaleras del barco al mar tiene también sus dificultades, y por ello un procedimiento a seguir. Generalmente las escaleras son usadas para subir al bote, pero también para descender, siendo éste un método menos estresante. Huelga decir que si la mar está agitada y hay oleaje, conviene no usar esta técnica, ya que los riesgos de choque son elevados. En cualquier caso, las escaleras no están adaptadas para las aletas, así que se debe pisar con la parte donde se encuentra la planta del pie. Se descenderá de espaldas al agua, obviamente con las manos agarradas a la barandilla, y descendiendo un pie por escalón. Cuando el agua llegue al cuello, el buzo podrá soltarse.
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